Entrevista a María y José, empresarios de Moralzarzal que han convertido Ferrmoral en algo más que un negocio, es la ferretería de tu casa.
“Intentamos ayudar al cliente en todo lo que podemos”
María Jusdado y José Ignacio Alonso son los ferreteros de Moralzarzal desde hace 11 años, aunque ya trabajaron juntos en el taller de tapicería que inicio el padre de Jose y que él continuó hasta que una grave enfermedad de espalda le apartó del oficio.
Llevan 30 años casados y juntos desde los 15 y 16 años de edad, cuando se encontraron un fin de semana en aquel maravilloso SORCAS de los años 80.
JF. ¿Cómo llegáis a Moralzarzal?
J. Toda mi familia es de aquí. Mi padre es de la familia Segovia. Vivíamos en Madrid y veníamos fines de semana y en vacaciones hasta que en 1983 mi padre se establece aquí como tapicero en la calle Antón. Desde los 14 años yo empecé a ayudarle y a aprender el oficio, pero tuve muchos trabajos en Moral, fui cobrador de autobús, cartero… Nos casamos en 1990 y en el 93 me hice cargo del taller de tapicería, los primeros años en la calle Antón y luego en Travesía de Antón, 1, donde estuvimos 8 años.
M. Mis padres compraron una casa en Matelpino y desde siempre veníamos fines de semana y vacaciones. Con 15 años yo no era de salir mucho, pero un fin de semana bajamos las amigas a SORCAS, conocí a José y ahí empezó todo. Luego, cuando nos casamos teníamos que comprar una casa en Moral si o si porque Jose no quería vivir en otro sitio.
JF. ¿Cómo recordáis esos primeros años?.
M. Para nosotras era divino, lo recordamos con mucho cariño, los amigos, las fiestas de los pueblos. J. La gente que no lo ha vivido no puede imaginarse cómo funcionaba y lo que fue SORCAS para nuestra generación.
«Ella es muy lanzada, a lo mejor luego yo ejecuto, pero ella es muy decidida»
JF. Y al final trabajáis juntos en el Taller de Tapicería.
M. Yo terminé mis estudios en administrativo y trabajé en varias empresas hasta que pensamos que podíamos trabajar juntos en nuestro negocio.
J. Ella es muy lanzada, a lo mejor luego yo ejecuto, pero ella es muy decidida. Hizo un curso para hacer cortinas y empezamos a trabajar juntos en el taller. Yo tapizaba, ella hacía cortinas y luego íbamos los dos a montarlas los fines de semana.
JF. Pero al final acabáis siendo los ferreteros de Moralzarzal.
J. Llegó la crisis de 2007-2008 y aunque la tapicería de muebles se mantuvo, las cortinas bajaron mucho, por lo que teníamos que buscar algo para María. Kati y Juanjo dejaban la ferretería de la Plaza de la Fragua, pero no nos decidimos a cogerla. La persona que se quedó con ella la dejaba al año siguiente y entonces María se lanza para llevar el negocio y yo para ayudarla y seguir en el taller. Hubo muchos días que estaba en la ferretería a las 5 de la mañana para dejar todo preparado para que ella abriera.
M. En aquellos momentos teníamos dos niños pequeños y pensamos que era la mejor opción. Abrimos la ferretería en la Plaza de la Fragua en marzo de 2009.
JF. Y las cosas se precipitan.
J. Estuvimos así dos años hasta que surge mi enfermedad de espalda que me obliga a dejar la tapicería, me jubilan para el oficio. Además, me dicen que me tengo que operar. Me operaron el 21 de diciembre de 2012 y tengo 13 tornillos y dos varillas en la columna.
JF. ¿Cómo fueron vuestros comienzos de ferreteros?
J. No sabíamos nada de ferretería y es muy difícil de llevar, porque hay muchas referencias y hay que hacer mucha inversión. si no tienes productos no vendes e intentamos no pararnos nunca. Fuimos aprendiendo y creciendo con la experiencia, con lo que el cliente nos pedía. Hicimos mucho esfuerzo en tenerlo todo informatizado. Tenemos 15.000 referencias registradas y de otra manera sería imposible.
JF. Y ahora estáis en este estupendo local de la calle Barrio de Arriba, 6.
J. El otro local era muy pequeño y coger este fue un poco casualidad. Un día iba a abrir la ferretería, vi que se alquilaba, me lo enseñaron y me enamoré de él. Como siempre, María fue la que se lanzó y en 10 días, con la ayuda de nuestro hijo, trasladamos toda la ferretería. Además, conocíamos a los propietarios, Javi y Merche, que se han portado con nosotros de maravilla.
M. No podemos estar más agradecidos con ellos, nos han ayudado siempre en todo.
«Vendemos sobre todo a particulares e intentamos ayudar en todo lo que podemos, no nos limitamos a vender»
JF. ¿Cuáles creéis que son las claves de vuestro éxito?
J. La constancia y cuidar al cliente, tratamos igual a quien viene a comprar un tornillo que a quien viene a comprar una máquina cara.
M. Vendemos sobre todo a particulares e intentamos ayudar en todo lo que podemos, no nos limitamos a vender.
JF. ¿Qué tal es vuestra relación laboral?
M. Como todo el mundo hay días mejores y peores, pero nos llevamos bien.
J. Estamos muy acostumbrados a trabajar juntos, nos conocemos bien y hablamos mucho.
JF. ¿Con qué os quedáis de estos 11 años en la ferretería?
M. Nos gusta el trato cercano con el público, nos cuentas sus cosas, les aconsejamos y ayudamos en todo lo que podemos.
J. Es muy satisfactorio ayudar a la gente. A veces explicar cosas básicas, porque viene gente que no sabe cambiar un grifo, colgar un cable o cambiar la clavija de un enchufe. Nuestro eslogan es “La ferretería de tu casa”, porque es lo que somos y es en lo que creemos.
Han sido muchos años sin vacaciones y hasta el año pasado hemos abierto siempre los 7 días de la semana, incluso durante mi operación vino mi hija a abrir y estábamos en contacto por teléfono, pero no cerramos. Ahora no abrimos los domingos. En eso si ha cambiado Moral, la clientela ya no es de fin de semana, es más de diario.
JF. ¿Cómo veis el negocio en el futuro?
M. Pensamos que vamos a estar muchos años aquí, estamos contentos y nos gusta lo que hacemos.